CÁNCER TRATAMIENTO NATURAL

 

CÁNCER PSIQUIS Y MEDIO AMBIENTE

 

TENGA SIEMPRE PRESENTE: LOS MEDICAMENTOS A BASE DE DROGAS PRODUCEN A MEDIANO Y LARGO PLAZO AGRAVAMIENTO DE LA SALUD EN GENERAL. LAS TERAPIAS NATURALES AUNQUE MÁS LENTAS SON SIEMPRE SEGURAS Y NO POSEEN EFECTOS ADVERSOS Y EVITAN MUTILACIONES INNECESARIAS.

USTED PUEDE LOGRAR SORPRENDENTES RESULTADOS SIN  TENER QUE PRIVARSE DE CONSUMIR MODERADAMENTE LO QUE LE DA PLACER, NI AGREDIR SU CUERPO CON MEDICAMENTOS A BASE DE DROGAS, QUE ADEMÁS DEL ALTO COSTO, RARA VEZ LOGRAN EL RESULTADO DESEADO

 

 

CARCINOGÉNESIS CARCINÓGENOS  

Artículo publicado por el DR. Alberto Gómez Portilla

Policlínica San José, Victoria, España

  

INTRODUCCIÓN

El cáncer representa una de las principales causas de muerte en nuestro siglo. Entre las principales líneas de investigación en la lucha contra el cáncer, una de las más importantes es la que se dirige hacia su prevención. Para ello es fundamental identificar los factores que participan en el origen del cáncer y su desarrollo posterior.

 

En este sentido, se ha señalado que los factores endógenos --de la propia persona-- serían responsables de un 20 % de los cánceres, mientras que en el 80 % restante podrían intervenir factores exógenos o medioambientales, tales como:

 

• Tabaco (responsable de 20-30 % de los tumores en el hombre y de 5-10 % de tumores en la mujer)

• Factores ambientales y laborales, virus, radiaciones, etc. contaminaciones variadas de aire, agua y alimentos que en conjunto explicarían el origen de un 20 a 30 % de los cánceres.

Aún quedaría un 30-35 % de tumores de causa desconocida, y en este grupo están gran parte de los cánceres más frecuentes, como el de colon-recto, mama o próstata. Aunque se ha sospechado de múltiples factores -dietéticos, hormonales, etc.- no existen evidencias concretas y los estudios suelen mostrar resultados contradictorios. Son relevantes los factores psicológicos y psicosociales donde la personalidad juega un rol predominante.

 

EL PROCESO DE CARCINOGÉNESIS

El cáncer no es una sola enfermedad, sino un grupo de más de 200 enfermedades distintas en las que se produce un crecimiento anormal de las células, hasta convertirse en masas de tejidos llamados tumores o neoplasias gradual, con largos. Este es un proceso de períodos de tiempo entre la exposición a factores cancerígenos y el desarrollo de un tumor.

El proceso de carcinogénesis se inicia cuando los agentes externos producen alteraciones irreversibles en la información genética (mutaciones del ADN de las células), convirtiendo genes normales de una persona en los llamados oncogenes, capaces de inducir un cáncer (iniciación tumoral). Posteriormente, determinados factores medio-ambientales hacen que estas células, con información genética ya alterada, se desarrollen y multipliquen (promoción tumoral), y que gradualmente se establezca un cáncer y se disemine (metástasis) (progresión tumoral).

 

FACTORES CANCERÍGENOS

Los carcinógenos completos son sustancias u otros factores capaces de operar por sí mismos en todas las fases de la carcinogénesis (por ejemplo, el tabaco en el cáncer de laringe o de pulmón). Los llamados co-carcinógenos son factores incapaces por sí solos de generar cáncer, pero que sí pueden hacerlo en conjunción con otros factores (por ejemplo, el radón o el asbesto en conjunción con el tabaco en la génesis del cáncer de pulmón). También existen anticarcinógenos, que son sustancias que pueden inhibir la carcinogénesis.

Tras cincuenta años de estudios epidemiológicos, existe una larga serie de carcinógenos conocidos o sospechados, así como otros cuyo papel es mucho más discutido, como la radiación no ionizante o ciertos factores dietéticos. Ante la falta de evidencias concretas con éstos últimos, el esfuerzo de las instituciones y los responsables de salud se está dirigiendo hacia la prevención de toda exposición intencionada e irresponsable a los carcinógenos conocidos. En este sentido, es posible que en las siguientes décadas podamos apreciar el efecto de las campañas anti-tabaco sobre la incidencia de determinados tipos de cáncer.

 

EL DECÁLOGO  DEL CÁNCER

 1. Eliminar el tabaquismo.

 2. Evitar el alcohol.

 3. Moderar las exposiciones solares extremas en horarios críticos.

 4. Evitar el contacto con los cancerígenos químicos reconocidos.

 5. Dieta rica en frutas, vegetales y cereales con fibra.

 6. Consumir alimentos con poca grasa, y evitar los excesos de peso.

 7. Consultar al médico ante la aparición de bultos, cambios en lunares, o cicatrices anormales.

 8. Consultar al médico ante la persistencia de ronquera, tos, cambios en el ritmo intestinal, pérdida de peso injustificada.

 9. Hacerse regularmente un frotis (citología) vaginal.

10. Mamografías periódicas a partir de los 50 años.

 

FACTORES PSICOLÓGICOS QUE INTERVIENEN EN EL DESARROLLO DEL CÁNCER Y EN LA RESPUESTA AL TRATAMIENTO.

Psichological factors in the development of cancer and in the response to treatment

J.P. Arbizu

Servicio de Oncología. Hospital de Navarra. Pamplona

 

Desde el inicio de la historia de la medicina, el "padre de la medicina", Hipócrates, menciona en sus escritos la influencia del cuerpo sobre la parte anímica, y la del alma sobre el cuerpo, señalándose una atención especial al medio ambiente social como factor etiológico de la enfermedad. Galeno fue el primer autor que consideró la influencia de la personalidad en el cáncer. En su tratado sobre los tumores De Tumoribus señaló que las mujeres "melancólicas" eran más propensas que las "sanguíneas" a tener un cáncer de mama. Desde entonces la relación y vinculación clínica entre tres variables, personalidad-estrés-cáncer es frecuente en los tratados de medicina.

La psicooncología es una disciplina que aplica la psicología en una enfermedad como el cáncer y se desarrolla en diferentes áreas: prevención, asistencia, docencia e investigación. El modelo "biopsicosocial" de salud se está aplicando tanto en la investigación como en la asistencia. Son múltiples las investigaciones, dentro de la psicooncología, que intentan demostrar la influencia de aspectos psicológicos en la aparición y desarrollo del cáncer. El contenido de estas investigaciones suele ser personalidad y cáncer, estrés y cáncer, terapia psicológica y mayor supervivencia. A pesar de los problemas metodológicos que tienen muchas de estas investigaciones y que los resultados obtenidos todavía no son concluyentes, los datos señalan cada vez con mayor rigor que diferentes variables psicológicas se encuentran asociadas tanto en la aparición como en el desarrollo del cáncer.

Asimismo está aceptado que el comportamiento humano determina un gran número de cánceres, de forma que en un 80% de ellos se da una contribución ambiental que determina su aparición o curso. El cáncer podría evitarse en gran medida si se modificaran los patrones de conducta.

 

CONDUCTA Y CÁNCER

La prevención del cáncer cobra cada día mayor importancia. El control de hábitos de riesgo y la adopción de estilos de vida saludables pueden salvar más vidas que todos los procedimientos de quimioterapia existentes

Entre los hábitos de conducta relacionados con el cáncer se encuentran: la exposición ambiental a carcinógenos, tales como el tabaco, el alcohol, la ingesta de dietas ricas en grasas y bajas en fibras, exposiciones solares, así como la combinación de estos factores. En concreto, el tabaco causa el 30% de todos los cánceres (80% de los cánceres de pulmón)

La educación para la salud es fundamental para la adquisición de hábitos de salud que prevengan la aparición del cáncer. Es popular el decálogo europeo contra el cáncer promovido dentro del programa Europa contra el cáncer (Tabla 1). Este programa comenzó durante la cumbre de la Comunidad Europea celebrada en Milán en el año 1985. Uno de sus objetivos principales es educar a la población en hábitos de salud y reducir la incidencia de cáncer.

 

 

El apoyo social también va a ser un predictor del estado de salud y de la mortalidad, así como de la adaptación ante acontecimientos estresantes, ya que las personas que tienen pocos o escasos lazos sociales presentan menor frecuencia de conductas preventivas, llegan con un nivel más avanzado de enfermedad, presentan menos adherencia al tratamiento y el impacto de la enfermedad es mucho más estresante

 

ESTRÉS Y CÁNCER

 

El estrés puede afectar al inicio o curso del cáncer, generando cambios biológicos propios de la respuesta de estrés y con cambios en las conductas de salud o estilos de vida que pueden predisponer a la enfermedad. Ante los efectos del estrés las personas pueden llevar a cabo conductas altamente perjudiciales para la salud como el tabaco, el alcohol, los patrones de alimentación inadecuados, el rechazo de tratamientos médicos, etc.

El efecto supresor del estrés emocional en la función inmunológica y en la susceptibilidad a la enfermedad es uno de los aspectos más estudiados de la psiconeuroinmunología. Las células neoplásicas se desarrollan y proliferan con una estructura diferente a la normal, mostrando en su organización histológica una serie de características que las hace claramente distintas del resto y patológicas. Un posible papel del sistema inmunológico, en la defensa contra el cáncer, sería precisamente la capacidad de reconocer estas células anormales en las cuales han ocurrido esta serie de cambios y eliminarlas antes de que el tumor pueda desarrollarse. Existen unas células llamadas NK (natural killer) cuya actividad citotóxica se manifiesta ante diferentes tumores y es importante dentro del mecanismo de destrucción tumoral

Investigaciones sobre humanos ofrecen la evidencia de factores psicosociales y medioambientales, incluidas las experiencias de estrés agudo y crónico, como inductores o asociados con funciones inmunes alteradas

Como acción determinante, el estrés modifica la dinámica neuroendocrina y, por tanto, puede afectar las condiciones y comportamiento inmunes del organismo. Varios autores han analizado los efectos de la relajación en el sistema inmune de pacientes oncológicos, concluyendo que un entrenamiento continuado en relajación afecta positivamente a parámetros inmunológicos en un grupo de pacientes con cáncer de ovario que reciben quimioterapia

En un grupo de pacientes con cáncer metastásico, el entrenamiento en técnicas de relajación durante un año produce cambios significativos en varias medidas de inmunocompetencia

Además determinadas células del sistema inmune secretan ellas mismas péptidos, algunos de los cuales son precursores de neurotransmisores, con lo que se establece una comunicación bidireccional entre el Sistema Nervioso Central y el Sistema Inmune. Algunos autores han encontrado relación entre niveles altos de estrés y menor supervivencia.

Sklar y Anisman en una completa revisión sobre estrés y cáncer concluyen: "Nuestro punto de vista es, no que el estrés sea la causa del cáncer sino más bien que el estrés, como acontecimiento ambiental con profundos efectos sobre el funcionamiento fisiológico, puede influir el curso de la enfermedad neoplásica. En efecto, el estrés se traduce en cambios biológicos compensatorios para hacer frente a las demandas a las que se ve sometido el organismo. Sin embargo, la movilización focalizada de recursos o su potencial agotamiento incapacita en alguna medida al organismo para luchar con eficacia con las células cancerosas. Dada la relación existente entre los sistemas neuroquímico, hormonal e inmunitario, una perturbación en cualquiera de estos procesos podría incrementar ostensiblemente la proliferación de células cancerosas". Un buen resumen acerca de la relación entre el estrés y el cáncer lo expresan Wayner, Cox y Mackay al destacar que:

El estrés puede influir sobre la iniciación del cáncer de varias maneras:  

1. Aumentando la exposición del sujeto a un carcinógeno; 1a. Interactuando con los efectos de un carcinógeno; 1b. Permitiendo la expresión de un potencial genético latente a través de un cambio en el sistema hormonal.

2. Una vez establecido el proceso neoplásico, algunas reacciones comportamentales al estrés, tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o unas estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, pueden modificar o interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino.

3. El bloqueo de ciertas células inmunológicas, tales como los linfocitos NK, debido a la acción conjunta del estrés y del propio tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo.

 

PERSONALIDAD Y CÁNCER

El posible vínculo entre personalidad y cáncer ha sido abordado de manera sistemática y empírica desde hace unos años. Viendo los estudios en su conjunto emerge una serie de rasgos y estilos de afrontamiento que puede constituir la "personalidad predispuesta al cáncer". Ha sido etiquetada como personalidad "Tipo C" por diferentes autores. Constituye un patrón de conducta contrapuesto al "Tipo A" (predispuesto a la enfermedad coronaria) y diferente al "Tipo B" (tipo saludable). Los elementos que definen más especialmente al "Tipo C" son la inhibición y negación de las reacciones emocionales negativas como la ansiedad, agresividad e ira, y la expresión acentuada de emociones y conductas consideradas positivas y deseables socialmente, tales como, excesiva tolerancia, extrema paciencia, aceptación estoica de los problemas y actitudes de conformismo en general, en todos los ámbitos de la vida. Algunos autores retratan a esta personalidad como la "típica buena persona" que está deseando siempre complacer y buscar la armonía en las relaciones interpersonales, así como evitar expresar actitudes y reacciones que puedan ofender a otros, incluso en perjuicio de sus propios derechos y necesidades, con el fin último de no propiciar un conflicto. Otros autores como Grossarth-Maticek y Eysenck, señalan seis estilos de reacción al estrés. Dos de ellos están muy relacionados con el cáncer:

Tipo 1. Predisposición al cáncer. El sujeto tipo 1 se caracteriza por presentar elevado grado de dependencia conformista respecto a algún objeto o persona con valor emocional destacado para él, e inhibición para establecer intimidad o proximidad con las personas queridas. Son personas que ante las situaciones estresantes suelen reaccionar con sentimientos de desesperanza, indefensión y tendencia a reprimir las reacciones emocionales abiertas. La pérdida del objeto se mantiene como fuente de estrés.

Tipo 5. Racional-antiemocional. Se define por la tendencia a emitir reacciones racionales y antiemocionales. Este tipo de personas suele suprimir o negar las manifestaciones afectivas, encontrando dificultad para expresar las emociones. Debería denotar predisposición a la depresión y al cáncer. Hay predominio de lo racional sobre lo emocional. Otras características de personalidad que se han asociado al cáncer son la presencia de altos niveles de depresión, sentimientos de indefensión y pesimismo. Green y Shellenberger realizan un completo resumen sobre las características de personalidad en pacientes de cáncer (Tabla 2).

 

TERAPIA PSICOLÓGICA Y EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD

 

 

 

Habitualmente las líneas de tratamiento de la psicooncología se desarrollan en las siguientes áreas: prevención, información al paciente, preparación a la hospitalización y al tratamiento, efectos secundarios al tratamiento, dolor, relaciones familiares, fase terminal, entrenamiento al personal sanitario y adaptación general a la enfermedad. Además de estas áreas, se puede buscar otros objetivos con la psicoterapia. Hay diversos estudios que intentan demostrar la influencia de la terapia psicológica en enfermos con cáncer con una mayor supervivencia. Es ya clásico el estudio de Spiegel de 1989, desarrollado durante diez años que demuestra que mujeres con cáncer de mama metastásico que recibieron tratamiento psicológico, tenían mayor supervivencia que un grupo control que no recibían este tratamiento. La publicación de este artículo en Lancet y su posterior comentario en Science tuvo una repercusión importante en las futuras investigaciones sobre el tema. Greer y Morris en una investigación longitudinal de más de quince años con pacientes con cáncer de mama, encuentran que las mujeres que se enfrentaron abiertamente a su enfermedad o la negaron, en los primeros meses que siguieron al diagnóstico, consiguieron unas tasas de recidivas muy inferiores a las que afrontaron la enfermedad con actitudes depresivas o de aceptación fatalista. Fawzy demostró que la intervención psicológica en pacientes con melanoma redujo la tasa de recidivas. Ratcliffe señala que el ánimo depresivo en pacientes con enfermedad de Hodgkin o linfoma no Hodgkin es un factor pronóstico independiente para una supervivencia menor. Encontraron una mayor supervivencia en pacientes con buenas relaciones interpersonales que pidieron y recibieron ayuda psicológica y que reconocieron la gravedad de su enfermedad con una buena adaptación. Otros autores, en Australia, han encontrado influencia del afrontamiento psicológico en pacientes con cáncer de mama metastásico y con melanoma metastásico, en una mayor supervivencia. Sin embargo, también se realizan estudios en los que no se demuestra la relación entre psicoterapia y mayor supervivencia. Se puede concluir con el comentario que realiza Bayés sobre el tema que parece representar la línea de la psicooncología hoy en día: "En el momento actual: a) las intervenciones psicológicas tienen que usarse, siempre que se consideren oportunas, como tratamiento complementario y en ningún caso sustitutorio de las intervenciones biomédicas; b) el objetivo básico de las mismas debe ser siempre la mejora de la calidad de vida del paciente; y c) hay que admitir la posibilidad, tanto en la investigación como en la clínica, de que los factores psicológicos puedan afectar, directa o indirectamente, positiva o negativamente, al curso biológico del proceso neoplásico y al tiempo de supervivencia del enfermo".

 

 

 

CONSIDERACIONES FINALES

 

Son abundantes en los últimos años las investigaciones que demuestran la relación entre el estrés, personalidad, acontecimientos estresantes, contaminación ambiental, de los  alimentos y la aparición del cáncer y su evolución. Dentro de la etiología multifactorial del cáncer, los resultados de estas investigaciones parecen señalar la influencia de los factores psicológicos en el cáncer. Sin embargo, es necesario continuar con las líneas de investigación y solucionar problemas metodológicos. No existen estudios prospectivos y los instrumentos de medida deben de ser más fiables. Asimismo hay que ser muy prudentes con la interpretación que se hace de estos resultados. Estas interpretaciones pueden ir al extremo de "causa-efecto", "por haber estado estresado durante un año he tenido un cáncer". No es extraño que, en muchas ocasiones, enfermos de cáncer se sientan culpables por la enfermedad. Si asocian que su estilo de personalidad o su respuesta ante situaciones estresantes han favorecido la enfermedad les puede generar una angustia que influya negativamente en su adaptación. Igualmente se pueden sentir excesivamente responsabilizados en la evolución de la enfermedad. Es bueno que el enfermo colabore en todos los sentidos en su recuperación y se sienta implicado en el tratamiento, pero los enfermos pueden sentirse muy presionados por los familiares, incluso por los sanitarios, por tener una actitud optimista y "poner de su parte" cuando la extensión de la enfermedad o el estado físico ocasiona otro tipo de respuesta. Hay que permitir al paciente responder con sus propias estrategias de adaptación, coherentes a su estilo de personalidad y sin reprimir las emociones que pueda sentir.

 

 

NOTA PUBLICADA POR ARGENPRESS

 

 AGROTÓXICOS

 

Casos de cáncer y malformaciones por agroquímicos:

 

"La gente que está expuesta cree que es por designio de Dios"

 

Lo afirmó el Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del IMR, Horacio Lucero, sobre los casos de cáncer y malformaciones producidas por el contacto con agroquímicos, como el glifosato. "No es un designio de Dios tener un chico malformado", señaló.

 

"La gente que está expuesta a esto cree que es un designio de Dios que haya tenido un chico malformado, y le puedo asegurar que no es un designio de Dios, es un designio de la gente que está cohabitando su propia tierra", aseguró Lucero, con relación al aumento alarmante de casos de cáncer y malformaciones de recién nacidos producidos en los últimos años a causa de los agrotóxicos utilizados en la producción sojera, puntualmente en la zona del sudoeste chaqueño comprendida entre Santa Sylvina, Coronel Du Graty y Villa Angela hasta el límite con la provincia de Santa Fe. Días atrás el propio intendente de Santa Sylvina, Gustavo Steven, había alertado por la profusión de esas enfermedades durante los últimos años.

 

En los '90, los diputados miraron para otro lado.

 

Lucero recordó que a mediados de la década del '90 entregó un documento a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados del Chaco con las conclusiones de una investigación por los casos de algunos pacientes que habían estado en contacto con agroquímicos y cuyos hijos presentaban "malformaciones congénitas". Hasta hoy espera una respuesta. Su intención era lograr algún tipo de respaldo económico para realizar una investigación más amplia sobre el tema y que incluyera más casos, pero en aquel momento a ningún legislador le pareció relevante.

 

"Empecé a tener pacientes que venían del interior de la provincia del Chaco con malformaciones muy llamativas, que generalmente están expuestas a sustancias que se llaman teratógenos que solamente se las ve con una dosis muy alta de radiación, como después de las bombas de Nagasaki e Hiroshima", relató el bioquímico, y explicó que "son malformaciones mayores donde hay malformaciones ortopédicas y a nivel de los órganos internos, tanto corazón, riñón. Estudiamos a qué se podía deber esto y daba la coincidencia que la mayoría de estas personas que consultaban venían de zonas de alta producción agrícola con alto uso de plaguicidas, sobre todo organofosforados y organoclorados"

 

"Los plaguicidas tienen efectos nefastos"

 

Lucero advirtió que "los plaguicidas que se usan en toda esta zona están prohibidos en la mayor parte de los países desarrollados. Y son los países que generalmente los producen y los venden a los países en vías de desarrollo". En ese sentido, el bioquímico agregó que "ellos los prohibieron en sus países porque tienen efectos cancerígenos, efectos mutagénicos y en la reproducción humana, sobre todo los que son organofosforados y organoclorados, y los de última generación que son los que se usan para la soja transgénica, que son los plaguicidas como el glifosato".

 

El investigador puntualizó que "acá hay normativas que establecen perfectamente cuáles son los plaguicidas de mayor poder genotóxico, hay que ver si se cumplen esas normativas". Añadió que "por lo que sé, en muchas ocasiones se utilizan en forma bastante indiscriminada: primero con el algodón y luego, con el cambio de conducta agropecuario, se está haciendo mucho para la soja transgénica. Y el glifosato, el que más se utiliza en este tipo de cultivos, tiene unos efectos adversos bastante importantes que están siendo tratados a nivel mundial".

 

Lucero alertó que utilizar altas dosis de agroquímicos para combatir las plagas sólo hace que esas plagas desarrollen mayores resistencias y luego se necesiten dosis mayores para obtener resultados similares, por lo que recomendó un manejo biológico del control de plagas, no químico. "Las plagas tienen un poder de mutación y de resistencia hacia los productos que se utilizan, como cualquier ser vivo va haciendo resistencia a diferentes insecticidas, entonces cada vez se necesita mayor dosis para lograr el mismo efecto", especificó, y agregó que "se tiene que aplicar mayor cantidad de insecticida para lograr controlar esas plagas".

 

 "En los países que ya han pasado por esta experiencia nefasta, se han dado cuenta que el manejo de las plagas tiene que ser un manejo biológico, no un manejo químico, porque las consecuencias de querer controlar químicamente una plaga son muy nefastas, sobre todo para el humano que está expuesto a esto", aseveró el bioquímico.

 

Por último, Lucero concluyó que "tendría que haber organismos de control que estén funcionando correctamente para que esto no se produzca, porque la gente que está expuesta a esto cree que es un designio de dios que haya tenido un chico malformado, y le puedo asegurar que no es un designio de dios, es un designio de la gente que está cohabitando su propia tierra".

 

A esto cable agregar que el Glifosato tarda tres años en degradarse el 50 % y que sus efectos se transmiten a los productos producidos, es decir a lo que a diario comimos.

NOTA:

Documento publicado por Greenpeace

 

Los transgénicos amenazan nuestra salud y deterioran el medio ambiente. Contaminan otros cultivos y destruyen la agricultura familiar, agravando el hambre en el mundo. La coexistencia no es posible. Consumidores/as y agricultores/as tenemos el derecho y la responsabilidad de conocer y decidir cómo y dónde se producen nuestros alimentos.

 

Un transgénico (Organismo Modificado Genéticamente, OMG) es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida.

 

 La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en entredicho.

 

Algunos de los peligros de estos cultivos para el medio ambiente y la agricultura son el incremento del uso de tóxicos en la agricultura, la contaminación genética, la contaminación del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencias en insectos y "malas hierbas" o los efectos no deseados en otros organismos. Los efectos sobre los ecosistemas son irreversibles e imprevisibles.

 

Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se están evaluando correctamente y su alcance sigue siendo desconocido. Nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados son algunos de los riesgos.

 

Los OMG refuerzan el control de la alimentación mundial por parte de unas pocas empresas multinacionales. Los países que han adoptado masivamente el uso de cultivos transgénicos son claros ejemplos de una agricultura no sostenible. En Argentina, por ejemplo, la entrada masiva de soja transgénica exacerbó la crisis de la agricultura con un alarmante incremento de la destrucción de sus bosques primarios, el desplazamiento de campesinos y trabajadores rurales, un aumento del uso de herbicidas y una grave sustitución de la producción de alimentos para consumo local.

 

La solución al hambre y la desnutrición pasa por el desarrollo de tecnologías sostenibles y justas, el acceso a los alimentos y el empleo de técnicas como la agricultura y la ganadería ecológicas. La industria de los transgénicos utiliza su poder comercial e influencia política para desviar los recursos financieros que requieren las verdaderas soluciones.

 

Defendemos la aplicación del Principio de Precaución y nos oponemos por lo tanto a cualquier liberación de OMG al medio ambiente. Los ensayos en campo, incluso a pequeña escala, presentan igualmente riesgos de contaminación genética, por lo que también deben prohibirse.

 

Greenpeace no se opone a la biotecnología siempre que se haga en ambientes confinados, controlados, sin interacción con el medio. A pesar del gran potencial que tiene la biología molecular para entender la naturaleza y desarrollar la investigación médica, esto no puede ser utilizado como justificación para convertir el medio ambiente en un gigantesco experimento con intereses comerciales. 

 

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Los médicos salvo raras excepciones, no pueden curar enfermedades que salen de lo común, especialmente el cáncer.

 

 

Estas recomendaciones son genéricas, no debemos olvidar que en el cáncer intervienen cerca de doscientas enfermedades y por lo tanto es necesario conocer la problemática general del paciente. De todas formas los tratamientos recomendados han dado resultados positivos en casi la totalidad de los casos.

 

 

 

Recomendamos

 

* Tratamiento a base de Aloe Vera.

 

* Frotación con agua.

 

* Barroterapia.

 

 

* Realizar ejercicios físicos. En  todos los casos se debe consultar al medico quien determinará si el paciente está en condiciones físicas para realizarlos.

 

Evitar en lo posible la soja, sus  derivados y en general los alimentos transgénicos como así también el pollo que no sea de campo.

 

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